Según un estudio realizado por la facultad de Medicina de Ámsterdam a futbolistas profesionales afiliados a FIFPRO, se ha reflejado un aumento de síntomas de ansiedad y depresión entre los deportistas, más del doble, en comparación con una encuesta realizada antes de las medidas globales contra Covid19.

La entrevista se realizó a futbolistas de Australia, Bélgica, Botsuana, Dinamarca, Inglaterra, Finlandia, Francia, Irlanda, Malta, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Escocia, Sudáfrica, Suiza y Estados Unidos.

El futuro profesional fue la preocupación más informada entre los jugadores que padecían síntomas.

En la mayoría de los casos, más del 75% comunicó tener acceso a recursos y apoyo suficientes para la salud mental, además el sindicato ha estado dando recomendaciones constantes desde el inicio de la epidemia referentes a la salud metal.


Se puede extraer del estudio, que al igual que el resto de la sociedad, los deportistas profesionales pueden sufrir sintomatología asociadas a la situación de crisis excepcional actual, devenidas tanto de las medidas de confinamiento como del miedo a posibles contagios.

La eficacia en la gestión emocional bajo presión durante entrenamientos o la competición no es un protector por si solo ante el afrontamiento de otras situaciones descontextualizadas de la realidad deportiva.

En el artículo, el médico coordinador se refiere y atribuye los síntomas a los efectos de las medidas de confinamiento como el aislamiento social, la suspensión de vida laboral y las dudas sobre su futuro; propias de la incertidumbre personal y social de todos los sectores profesionales.

Según el médico coordinador, algunos podrían no estar bien equipados emocionalmente para afrontar estos cambios, y los animaba a buscar la ayuda de alguna persona en la que confíen, o de un profesional de la salud mental, para no guardarse los sentimientos negativos para uno mismo y aliviar al poder confiarlos a alguien.

Por otro lado, añado mi reflexión como profesional en la atención a deportistas que provienen de un entorno tan competitivo como el deporte; en el que se entiende la fortaleza mental, la resiliencia u otros constructos afines cercanos al éxito, que siendos aprendidos y capacitantes en el entrenamiento y la competición bajo presión son extrapoladas a todas las facetas del deportista como receta sin tener en cuenta, que la realidad social de cada deportista y los matices del afrontamiento personal ante situaciones descontextualizdas del entorno competitivo que remueven los cimientos de cada persona son mas complejos y necesitan de una visión más encuadrada en la intervención en crisis y salud mental.

Artículo. Confinamiento por coronavirus: notable aumento de futbolistas con síntomas de depresión.